Los precios de los alimentos se ha incrementado un 370% de media del productor al consumidor.
Según el último “Índice de Precios en Origen y Destino” de los alimentos (IPOD) que el sindicato Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) difunde mensualmente y que arrojó para el pasado mes de junio una diferencia porcentual media del 370 % entre el precio en el campo y el que pagamos las personas consumidoras.
Con los datos de junio (ver aquí), el IPOD general o número de veces que se multiplica el precio de origen hasta que llega al consumidor se sitúa en 4,24, una cifra que sube a 4,60 para los productos agrícolas y baja al 2,79 para los ganaderos.
Una diferencia de precios entre lo que reciben los agricultores y ganaderos y lo que pagamos en los supermercados, que no está justificada por los costes de la distribución y que es uno de los principales factores de la escalada de precios que estamos sufriendo.
En cabeza de la diferencia porcentual del precio del campo a la mesa están las naranjas con el 887% seguido del ajo (749 %), la zanahoria (629 %), la patata (575 %), la ciruela (562 %), la lechuga (511 %), la sandía (503 %), el brócoli (456 %) o el limón (398 %). Los precios que menos se modificaron en junio en su transcurso por la cadena alimentaria fueron los huevos M, cuya diferencia origen-destino fue del 20 %; el aceite de oliva virgen extra (AOVE), con un crecimiento del 51 %, y los champiñones (82 %).
En cuanto a los productos ganaderos el precio de la explotación a la persona consumidora se incrementa en la ternera un 246%, el cordero 248%, el pollo 145%, el cerdo 277%, el conejo 214%, y la leche de vaca el 100%, de 0,40 euros que se paga al ganadero a 0,80 que se cobra a la persona consumidora.