Se cambiaron leyes para que los fondos buitre pudieran especular con la vivienda pública.

Según informa LA ÚLTIMA HORA NOTICIAS, desde 2008 hasta el 2020, el 44,8% de los inmuebles dados de alta están registrados a nombre de personas jurídicas. Así lo evidencia la dirección general del Catastro, dependiente del Ministerio de Hacienda. Entrevistado por LA ÚLTIMA HORA NOTICIAS,  Javier Gil, experto en la materia y portavoz del Sindicato de Inquilinas de Madrid, comenta que la crisis inaugurada en 2008 ofreció una oportunidad de mercado que fue favorecida políticamente, algo que explica los ataques que por parte de la derecha sufre la nueva Ley de Vivienda presentada hace escasos días que, entre otras medidas, contempla límites a los beneficios de grandes tenedores.

SE FAVORECIÓ POLÍTICAMENTE QUE LOS BANCOS RECUPERARAN LOS BENEFICIOS EN TORNO AL ÁMBITO INMOBILIARIO

Según explica Javier Gil, “A partir de 2008, que se hunden los precios de la vivienda en España y que hay una crisis, aparte de la crisis social que provoca cientos de miles de desahucios de familias al no haber una política de vivienda que los frene o que les dé una alternativa y que se permiten para justificar el beneficio bancario, los bancos, en vez de recibir esos créditos por parte de los hogares, empiezan a acumular viviendas en procesos de devaluación”.

Una situación que incentivó la toma de decisiones políticas para proteger la solvencia de los bancos, abriéndose un nicho de negocio en torno al acceso a la vivienda. “Incluso después del rescate bancario, de todo el dinero público que se transfiere a las entidades financieras, después de crear la SAREB para que absorbiera gran parte de su activo tóxico por encima de los precios de mercado de aquel entonces, seguía siendo insuficiente porque los bancos se habían convertido en las grandes inmobiliarias del país, estaban empezando a tener problemas de liquidez y tenían que deshacerse de esas viviendas para poder cumplir con los nuevos acuerdos internacionales de Basilea III en materia de solvencia bancaria”.

SE CAMBIARON LEYES PARA QUE GOLDMAN SACHS Y BLACKSTONE PUDIERAN ESPECULAR

Entre las medidas que relata Gil, destaca la entrada de fondos de inversión, también conocidos como ‘fondos buitre’, en el mercado inmobiliario español a través de la reforma de normas y leyes. “Es entonces cuando se intervino el mercado inmobiliario: se reformaron las SOCIMIs [Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria] para facilitar las inversiones en el sector inmobiliario español, se reformó la Ley de Arrendamientos Urbanos de manera inmediata para quitar derechos a las inquilinas e inquilinos, ya que esos derechos se habían convertido en un problema para los intereses especulativos de los fondos de inversión internacionales que iban a entrar en España a través de dichas SOCIMIs, y también se vendió vivienda pública muy por debajo de precio de mercado, algunas promociones incluso por debajo de precio de construcción”. “Todo esto en tan solo unos pocos meses durante el año 2013. Y todo ello para facilitar que dos fondos de inversión, Goldman Sachs y Blackstone, entraran en España”.

LA VIVIENDA PÚBLICA, EL “CARAMELO” ESPAÑOL PARA LOS FONDOS BUITRE GRACIAS A SU PRECIO POR DEBAJO DE COSTE DE CONSTRUCCIÓN

La forma de introducirse en el país fue a través de la venta de vivienda pública que, en algunas autonomías como la madrileña, se llegó a vender no solo con familias dentro de los inmuebles, también por debajo de precio de mercado e, incluso, de obra. “Esta forma de vender la vivienda pública era un caramelo para estos fondos”, explica Gil, “y estos fondos lo que iban a aportar era la generación de expectativas sobre un mercado que estaba destrozado”.

Fueron los propios fondos los que reconocieron lo fructuoso de los negocios con las administraciones públicas, generalmente gobernadas por el Partido Popular. “En el mercado español, los precios se habían hundido entre 2008 y 2013, entonces, tras esta reforma y con la entrada de Goldman Sachs y Blackstone y tan solo un año después de esa venta, estos fondos ya reconocían que esas viviendas se habían revalorizado un 200% en relación al precio que lo habían comprado. Básicamente un regalo”.

EL MERCADO INMOBILIARIO ESPAÑOL YA SE INTERVINO AÑOS ANTES, PERO PARA FAVORECER A LOS BANCOS

Blackstone, a través de la compra de vivienda procedente de familias desahuciadas en Estados Unidos, ya se había convertido en el primer propietario en el país, negocio que quería repetir también en Europa, y España era un mercado principal. De hecho, también se ha convertido en el principal propietario de vivienda en España”, continua el portavoz.

Algo que para el miembro del Sindicato de Inquilinos/as solo significa una cosa: que la crisis ha sido una oportunidad de negocio para grandes sociedades y corporaciones, y que el mercado español se intervino públicamente para favorecerles. “Todo esto que vemos significa que la crisis genera una oportunidad de negocio para grandes empresas, para los profesionales del sector inmobiliario, por los que se cambiaron leyes, interviniendo el mercado inmobiliario, para favorecerlos. Porque en el fondo había que favorecer que los bancos pudieran vender esas viviendas, que tan solo iban a poder ser vendidas a los fondos y a las grandes empresas”.

EN ESPAÑA NO SE COMPRA PARA VIVIR, SE COMPRA PARA ESPECULAR

“Esto ha reactivado el ciclo inmobiliario y lo que vemos es que, aunque se cortara el crédito a los hogares y las familias, lo que se ha generado son nuevas inversiones especulativas que no han fomentado un modelo donde la gente compre para vivir, sino para ponerlas en alquiler en un ciclo alcista en el que todas las leyes y toda la intervención pública favorezca la subida de los precios, facilite los desahucios, no legisle para proteger a los inquilinos, no apruebe políticas de vivienda…

ESTAS INVERSIONES HAN PROVOCADO LA ESCALADA HISTÓRICA DE LOS PRECIOS DEL ALQUILER

Por ello, explica Javier Gil, “la mayoría de las viviendas compradas de 2008 en adelante son propiedad de empresas con más de ocho inmuebles. Eso es el negocio de invertir en vivienda para ponerlo en alquiler y así poder subirlos de manera abusiva”, explica como principal consecuencia. “Es decir, no son gente que está comprando esas viviendas para vivir en ellas, sino para especular en un mercado como el español que ofrece mucho rendimiento por el alquiler, ya que han subido muchísimo desde 2014, lo que además genera una revalorización del precio de la vivienda”.

Es en ello donde se encuentra la justificación a los ataques que determinadas formaciones políticas enarbolan contra proyectos legislativos que pretenden revertir la situación y garantizar la vivienda como derecho, no como activo financiero. “Básicamente aquí el mensaje que se le ha mandado con esta reforma de 2013 en adelante es que España es un mercado ideal para venir a especular. Compras vivienda, la pones en alquiler, se te da un rendimiento muy alto y además favorecemos que el precio de la vivienda siga subiendo”.

“Claro, entonces ahora una política de vivienda que, por ejemplo, sancione la vacía, regule el precio de los alquileres, los baje o, de alguna manera, ponga límite a las posibilidades de especular, interfiere en este negocio”, concluye.

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